—Te amo, te amo, te amo —Jungkook había llevado a Jimin a su departamento, Taehyung había ido a visitar a sus padres por tres días así que Jeon estaba solo por dos noches más.

—Solo te tendré 24 horas... —Jimin quería más tiempo con él.

—Tú no pienses en el tiempo, simplemente vivamos esto como una pareja normal —tenía a su omega sentado en sus piernas.

—Algunas cosas son preciosas porque no duran mucho... —se abrazó a Jungkook hundiendo su rostro en la curvatura de su cuello.

El alfa sabía que esto sería corto, así que tenía que abrazarlo todo el tiempo posible.

—¿Puedes besarme? Por favor —nunca habría pronunciado esas palabras si no eran para el alfa que estaba delante suyo.

—No hace falta preguntar —tomó su cintura y acariciándola se acercó más a aquel lindo omega que tenía delante suyo para poder besar esos labios color cereza y sabor embriagante.

Sus labios chocaban con delicadeza y hambre, era suave pero deseoso, tan perfecto.

—Amo tus ojos —Jungkook habló, ¿y cómo no amar aquellos ojos color sol? Si estaban adornados con esas espesas y largas pestañas además de un lunar a pocos centímetros y pecas para completar.

—Y yo amo tu todo —se volvieron a abrazar, esta vez se acostaron en la cama.

El sueño entró rápidamente en ambos cuerpos, el aroma de ambos era tan tranquilizante que podrían dormir así en cualquier lado.

Una última mirada bastó para que ambos se abracen y Jungkook con una mano los tapó a ambos.

Durmieron abrazados mientras sus corazones volvían a sincronizarse, oh, era tan hermoso.

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—Buen día —diez de la mañana, Jimin acababa de despertar y Jungkook le daba los buenos días, justo como antes de todo esto.
 
—Buenos días —se abrazó a su cuello, realmente nunca creyó ser así de cariñoso en su "estado normal" y no en medio de su celo.

—¿Quieres ir a desayunar? —como lo dijo antes de dormir, no sacaría el tema de su boda o algo, simplemente un día normal, como una pareja normal.

—¿Y mi beso de buenos días?

El alfa se asombró, el omega nunca había pronunciado aquellas palabras, pero tampoco se lo negaría.

Tomó sus mejillas y plasmó un beso en sus labios con un hermoso sentimiento encapsulado.

Se sonrieron y ambos se pararon para ir a desayunar.

Jimin miraba el departamento de Jungkook, no era nada grande, su alfa dormía en una litera, la superior, la cocina era pequeña y la sala no era grande, entonces, ¿por qué se sentía tan acogedora?

A comparación de su casa, se sentía como paredes frías y largas, tan solitario que a un punto odiaba su habitación.
 
—¿Qué quieres desayunar? —el alfa habló sacando las cosas necesarias para preparar lo que sea que su lindo omega quiera.

—Sorpréndeme —se sentó en el comedor a esperar, quiso ayudar pero Jeon se lo negó.

Jungkook prendió la radio, canciones normales pasaban por esta, hasta que sonó "lover" de Taylor Swift, el mayor aprovechó que los panqueques terminaron de cocinarse para aproximarse a Jimin y ofrecerle su mano.

El omega no lo pensó ni dos veces y tomó la mano contraria siendo atraído por la cintura y abrazado de igual manera por esta.

Acostó su cabeza en el pecho del alfa y juntos crearon un lento vals.

¿Podemos estar siempre así de cerca?

En cualquier lugar donde Jungkook estuviera, ahí era donde Jimin pertenecía, amaba estar cerca de él.

Pronto las lágrimas volvieron a instalarse en sus ojos, intentaba no pensar en todas las cosas malas que vendrían, pero se le hacía casi imposible no llorar al saber que la cercanía que tenía en ese momento con su alfa, no duraría para siempre.
 
—¿Por qué lloras? —aunque Jungkook no lo veía, podía sentir las lágrimas del otro en su pecho.

—Porque te amo —y finalmente lo dijo.

Nunca antes había pronunciado esas palabras, siempre fueron "te quiero" "me gustas" y "te extraño" mas nunca había pronunciado esas palabras antes.

—Dime a mí todos tus chistes, en cada mesa te voy a guardar un asiento y en tus malos días te voy a querer el triple —alcanzó la mano del alfa con la suya—. Te amo mucho.

Los ojos del alfa no pudieron evitar cristalizarse de igual manera, tampoco quería.

—N-No quiero separarme de ti... lo digo en serio, quiero seguir a tu lado mucho más tiempo, quiero... te quiero —el omega habló con una sonrisa y lágrimas cayendo, se sentía feliz de tenerlo al lado y poder decirle lo importante que era para él, pero la tristeza es abrumante al ponerse a pensar cuánto tiempo les quedaba.

Ambos lloraban mientras se abrazaban, el alfa se sentía casi de la misma forma, tenía una sonrisa en el rostro pues amaba estar al lado de su omega pero las lágrimas no paraban al pensar que no lo tendría así por siempre.

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Después del desayuno fueron a la sala y se acostaron en el sofá mientras miraban "Ratatouille", era una de las películas que alimentaron la pasión de Jungkook por la cocina.

—¿Puedo besarte? —aquella simple pregunta hizo que las mejillas de Jimin se ruborizaran.

—No preguntes si de todos modos vas a hacerlo —desvió su mirada mientras su corazón palpitaba fuertemente.

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Los chasquidos de sus labios chocando era lo único que se escuchaba en la habitación, las caricias eran bastantes, Jimin estaba sentado en las piernas del alfa mientras éste acariciaba su cintura y muslos.

—¿Por qué tienes que besar tan bien? —Park se separó un corto tiempo y volvió a besarlo enredando sus dedos en el cabello contrario.
 
El alfa se sintió orgulloso de que a su omega le guste besarlo, pero la culpa era de Jimin, ¿cómo resistirse a devorar esa linda y dulce boquita?

Así pasaron 20 minutos entre besos y varias caricias, todas las que faltaron en los 28 días que no estuvieron juntos.

Pudieron haber pasado a más, pero Jungkook bien sabía que ese no era el momento indicado, tenía que ser especial, sí, tal vez nunca puedan hacerlo, pero ese no era el momento.

No importa si espero otra vida, quiero hacer las cosas bien.